Quien más y quién menos ha convivido, convive o convivirá en una comunidad de vecinos. La experienca nos dice que la deshumanización de las comunidades ha llevado a la legislación actual, debido a los desacuerdos habidos y por haber en todas y cada una de las reuniones que se realizan.

De todos es sabido que una reunión de vecinos no es algo que nos agrade. Primero, porque se realizan cuando ya estamos cansados de nuestra jornada laboral y lo único que nos apetece es estar tranquilos en casa. Segundo, porque nos encontraremos seguro con aquel vecino que no nos cae del todo bien y no nos apetece cruzar palabra con él. Tercero, porque probablemente se vuelva a hablar de los mismos temas de siempre a los que no conseguimos dar solución. Etcétera etcétera etcétera...

¿Os suena?

En este post intentaremos daros algunos consejos y algunas pistas para vivir de forma airosa y en armonía con los que, aún sin que nos demos cuenta la mayoría de los días, conviven en el mismo rellano y viven problemas similares a nosotros.

¿Quién no ha tenido que hacer alguna pequeña obra en su vivienda?

Debemos saber que una obra que no suponga el menoscabo para la seguridad del edificio, alteración de la estructura general y exterior, o de los derechos de otro propietario, no requieren autorización de la junta de propietarios. Desde luego, es totalmente aconsable avisar, ya que la entrada de material y el uso de escaleras y ascensores para hacerlo llegar a nuestra vivienda, entorpecerá seguro al resto de propietarios. No cuesta ningún trabajo avisar al presidente y comunicarlo con un cartelito en lugar visible, verdad?

Un ejemplo bastante sencillo para diferenciar entre el sí y el no, a la hora de necesitar la autorización de los propietarios.

Vamos a cambiar las ventanas de nuestra vivienda. En el caso de que las características y color sean los mismos que los del resto, no es necesaria la autorización de la junta. Si vamos a cambiar colores, que por lo tanto afectan a la estructura exterior del edificio, Sí es necesaria la autorización.

Si lo que vamos a realizar es un cerramiento de terraza, ya que estamos alterando el exterior del edificio, SIEMPRE requeriremos la autorización unánime de la junta de propietarios.

¿Los locales están obligados o no al pago de derramas?

Esto nos lo va a indicar siempre el título constitutivo de la propiedad horizontal, que nos indica como contribuye cada propietario a los gastos, quien está incluído, etc. Este título constitutivo a veces viene incorporado con nuestro título de propiedad y si no es así, pediremos copia de ello en el registro de la propiedad. La mayoría de las veces nos encontraremos con la segunda opción.

¿Cómo se contribuye a los gastos de la comunidad?

Lo habitual y tal como se indica en la Ley de Propiedad Horizontal es participar por coeficientes. Esto significa, a mayor número de metros mayor participación. A los metros de nuestra propiedad, debemos añadir la parte proporcional de las zonas comunes, patios, etc. Esto se puede modificar cuando los gastos vayan por contadores individuales o cuando el título constitutivo haya establecido otra cosa. 

Un ejemplo. Imaginad una comunidad donde todas las viviendas miden lo mismo, no existe ascensor, y sus gastos son agua, luz, limpieza y mantenimiento. Su recibo (imaginario) sería de 30€. Uno de los propietarios decide instalar un contador para su agua particular. En este caso, el propietario opta por abonar de forma individual su agua, por lo que su recibo de comunidad se reducirá al no compartir el gasto con el resto de propietarios. El recibo del resto se incrementará de la misma forma.

Hay una vivienda alquilada en la comunidad y el inquilino no abona el recibo

Este caso es muy común. En la mayoría de los casos, cuando un propietario arrienda su piso, especifica en contrato que el arrendador está obligado al pago de los recibos de comunidad. Cuando los inquilinos no se hacen cargo de este pago, la comunidad debe requerir el pago al propietario de la vivienda, ya que el arrendamiento no vincula a la comunidad de propietarios.

Algo más? 

Por supuesto! Las comunidades de vecinos son nuestro día a día. Problemas, soluciones, consultas. Es algo con lo que tenemos que vivir y convivir.

¿Tienes alguna consulta? No dudes en contarnos tu experiencia y te ayudaremos en los que necesites.